La Catedral de Santa Ana, o la Santa Iglesia Catedral Basílica de Canarias, que es su nombre oficial, es el monumento más importante de la ciudad y, posiblemente, de Canarias (BOE 148, de 21. VI. 1974). Es además la Sede de la Diócesis de Canarias.
Empezó a construirse hacia 1497 por mandato de los Reyes Católicos, pero por falta de fondos se tuvieron que paralizar las obras en 1570. La larga historia del templo hace que en él se combinen estilos tan distintos como el gótico tardío de su interior y el neoclásico del exterior. Su fachada es el elemento más característico. La construcción de la Catedral tuvo dos grandes fases, una desde el año 1497 hasta 1570 y la otra desde 1781 hasta la actualidad.
La planta es de cruz latina con tres naves, atrio, crucero, presbiterio y siete capillas laterales. La cubierta dominante es la bóveda de crucería, con nervaduras en las naves central y laterales, y estrellada en la del cimborrio.
Al sur, se abre el patio de los Naranjos, con su acceso desde la calle Espíritu Santo, donde se encuentra el Museo y Archivo Diocesano y, a naciente, las dependencias parroquiales y la sacristía.
La comunicación interior del templo con el patio de los Naranjos es por la “Puerta del Aire”, al sur. Ésta es de traza renacentista con un arco de medio punto. El patio, rodeado de una planta en “L”, sigue el esquema típico de la huerta convertida en centro edificatorio, con balcones corridos de madera
El alzado principal se superpone a la vieja fachada gótica. Tiene dos cuerpos flanqueados por dos torreones de tres cuerpos y campanario.
La Catedral de Canarias se trata de una auténtica joyita arquitectónica que está declarada como Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Canarias.
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